viernes, 29 de febrero de 2008

Palos de ciego por Javier Cercas


"No es un libro triste, ni hay en él una gota de sentimentalismo ni un atisbo de regodeo en la leyenda tramposa del escritor maldito; lo que hay en él –casi lo único que hay en él– es una gozosa y secreta celebración de la juventud, de la amistad y de la literatura, lo que equivale a decir una secreta y gozosa celebración de la vida. Esa era, quizá, la verdadera pregunta, sea cual sea la respuesta. Se titula Amarillo y acaba de publicarlo Plot en una hermosa edición de tapas amarillas."

martes, 19 de febrero de 2008

Antonio Fontana: Salto al Vacio


"Lo que no hay en Amarillo son adornos. Tampoco sentimentalismo. Ni moralina. Porque de lo contrario se quemaría, para hablarnos de «la peor muerte» Romeo ha preferido tomar distancia. Como si estuviera redactando un informe forense. Un informe policial en el que se reconstruyen los últimos pasos de la víctima. Sus últimas palabras."

http://www.abc.es/abcd/noticia.asp?id=9088&num=837&sec=32

lunes, 11 de febrero de 2008

Martín Casariego: Todo sigue tranquilo


(...)"Amarillo nos deja el retrato
de un atormentado joven que odiaba ser fotografiado,
que llevaba sendos aros de plata
en las orejas como si hubiera dado dos vueltas
al mundo navegando, que reía a carcajadas

para ocultar la tristeza de su mirada. Y
también, la sensación de que a Romeo –porque
cuando retratamos a otros, nos estamos
retratando también a nosotros mismos– le
sigue persiguiendo el fantasma de aquella
amistad, de aquella tragedia, y de que este
libro es un intento de pasar página definitivamente."(...)

sábado, 2 de febrero de 2008

Sergio del Molino: Si lo hubieramos sabido

(...)la estructura del relato podría ser detectivesca, pero el dolor no consiente a Romeo el lujo de mostrarse aséptico, ni siquiera tanto tiempo después. Por eso el texto adopta una forma fragmentaria, descoyuntada, creando poco a poco una argamasa que va trasladando al lector la angustia íntima que está instalada dentro del autor. Conforme avanza la lectura, el misterio que rodea al personaje de Chusé Izuel va pasando a un segundo plano, mientras el estupor vacío del personaje de Félix Romeo lo va ocupando todo.

A través de los textos y de los fragmentos transcritos con todos sus errores e incongruencias, aparece el Chusé Izuel que se iba a suicidar, pero lo hace a través de los ojos de Félix Romeo, y es su mirada la que prevalece y da sentido (o un no-sentido) al libro. Eso es "Amarillo": un hombre que mira sin comprender.(...)

http://sergiodelmolino.blogia.com/2008/020201-si-lo-hubieramos-sabido.php